Con motivo del Día Europeo de la Depresión que se celebra el 6 de octubre, y apoyándonos en la evidencia científica del tratamiento psicológico en el dolor, deseamos recordar a nuestros pacientes, muchos padeciendo dolor crónico, y a todas las personas que sufren depresión, la propuesta de tratamientos psicológicos que ofrecemos en Instituto Aliaga.
Después de realizar la valoración inicial, y tomar en cuenta las características del paciente, sus necesidades y el momento en que se encuentra, se selecciona la técnica adecuada.
Psicoeducación
La psicoeducación hace referencia a la información que se le facilita al paciente acerca de la concepción multicomponente del dolor crónico, así como también de los tratamientos disponibles, de las pautas de funcionamiento adecuadas, de la importancia del apoyo social y /o familiar.
Trasmitir información de manera clara, adaptada a las características de cada persona, ayudará a entender y procesar adecuadamente los aspectos necesarios para comprender la modulación del dolor y la relación entre pensamiento, emoción y conducta.
Esta fase inicial del tratamiento permitirá desmontar las creencias erróneas y facilitar la comprensión.
Biofeedback o biorretroalimentación
Las técnicas de biofeedback son procedimientos terapéuticos en el que se utilizan instrumentos de electromedicina y que permiten medir datos objetivos e inmediatos de su actividad psicofisiológica (temperatura, tensión muscular, sudoración, respiración).
Mediante señales visuales y auditivas podrá conocerlas y aprenderá a modificarlas. Es decir, se logra el autocontrol al facilitar constante retroalimentación de la variable fisiológica. Así, podrá identificar los signos de alarma y evitar que el nivel de estrés se incremente y, por lo tanto, aumente el dolor.
En definitiva, el paciente contará con herramientas para mayor control entre la conexión mente-cuerpo y disfrutar de mayor bienestar.
Reentrenamiento respiratorio
Ante situaciones de estrés, ansiedad y fatiga, el patrón de respiración se altera resultando una respiración superficial, al llenar de aire el pecho y olvidando el abdomen.
Se trata de trabajar la conciencia y percepción respiratoria concentrándonos en ella a la hora de inhalar y exhalar. Hacer uso de la respiración diafragmática o profunda nos permite alcanzar una oxigenación adecuada. Tal respiración contribuye a una sensación de calma y relajación al tener un efecto en el sistema nervioso.
Técnicas de relajación
Las técnicas de relajación son procedimientos que enseñan a controlar el nivel de activación personal. Mediante técnicas de relajación se aprende a reducir la tensión muscular, así como también la ansiedad y el nivel de activación que pueden intervenir en la disminución del dolor.

En caso de pacientes con dolor, éste provoca tensión que a su vez aumenta el dolor. En primer lugar, se insiste en una correcta respiración, y luego se enseñan al paciente técnicas de relajación con tal de recobrar el equilibrio interior y la sensación de control sobre su vida. El entrenamiento en respiración y relajación resultan indispensable para romper el círculo tensión-dolor-tensión.
Para facilitar la respuesta de relajación hay diversos procedimientos, los más utilizados son la relajación progresiva y el entrenamiento autógeno.
Mindfulness
Mindfulness se puede definir como el cultivo de la conciencia de la mente para aprender a vivir aquí y ahora. Es una técnica que enseña a dirigir nuestra atención.
Según Kabat-Zinn hay diversos pasos para la aplicación de esta práctica en el tratamiento del dolor crónico, entre ellos menciona la importancia de trabajar con las reacciones emocionales al dolor y la tensión. La atención plena permite percatarnos de las zonas corporales que se tensan innecesariamente y poder relajar o soltar dicha tensión.
Manejo del estrés
Nuestra habilidad en solucionar problemas determina entre otras cosas el grado de estrés que experimentamos en nuestras vidas.
Aprendiendo como identificar nuestros problemas y encontrar soluciones, logramos disminuir el estrés, cosa que resulta muy útil en caso de pacientes con dolor crónico, dado que esté puede aumentar debido al estrés.
El estrés disminuye además cuando nos organizamos bien, vale la pena programar las actividades con el tiempo necesario en caso de imprevistos. En muchos casos, personas con dolor crónico eliminan las actividades gratificantes de su agenda.
Reestructuración cognitiva y emocional
Se trata de aprender a gestionar nuestros pensamientos y emociones.
Para ello es necesario primero identificar los pensamientos automáticos o distorsiones cognitivas que producen malestar para poder sustituirlos por otros que nos hagan sentir mejor
Los pensamientos catastróficos (“ya no puedo soportarlo más”) aumentan la percepción del dolor y se trata de tomar conciencia de las distorsiones a la hora de pensar.
En cuanto a las emociones, aprender a identificarlas resulta indispensable y la aceptación y el distanciamiento de las emociones desagradables resulta una estrategia para poder controlarlas. Además, es un trabajo que lleva a mejorar las relaciones con los demás gracias al autoconocimiento.
Técnicas de comunicación y asertividad
Lograr una comunicación y convivencia equilibrada con uno mismo y con los demás es uno de los requisitos para el bienestar. Ser asertivo supone expresar de manera congruente los pensamientos, sentimientos, deseos, necesidades y comportamientos.
Potenciar la calidad de la comunicación favorece la autoestima, mejora las relaciones sociales y reduce el estrés ante las dificultades y conflictos interpersonales.

Artículo revisado por la
Lda. Carolina Franceschi
Especialista en neuropsicología y psicología clínica en Instituto Aliaga